IX.VI. Historia Reciente
La expresión nuevo orden mundial se ha usado para
referirse a un nuevo período de la historia pretendiendo de este modo que hay
pruebas de cambios dramáticos en lasideologías políticas y en el equilibrio de
poderes.
El primer uso de esta expresión aparece en el documento de los Catorce Puntos del Presidente Wilson haciendo un llamado
después de la Primera Guerra
Mundial para la creación de
la Liga de Naciones, antecesora de las Naciones Unidas.
La frase fue usada
con cierta reserva al final de la Segunda Guerra Mundial cuando se describían
los planes para la creación de las Naciones Unidas y los Acuerdos
de Bretton Woods debido a la
asociación negativa resultante del fracaso de la Liga de Naciones.
El uso más amplio y
reciente de esta expresión se origina sobre todo con el final de la Guerra Fría. Los presidentes Mikhail Gorbachev y George H. W. Bush usaron el término
para tratar de definir la naturaleza de la posguerra fría y el espíritu de
cooperación que se buscaba materializar entre las grandes potencias.
En una referencia a
las hostilidades en Irak y Kuwait, la revista Time del 28 de enero de 1991 dijo: “Mientras caían
las bombas y se disparaban los misiles, las esperanzas de un nuevo orden
mundial cedieron lugar al desorden común”. Añadió: “Nadie debe forjarse
ilusiones pensando que el nuevo orden mundial, del que tanto alarde se hace, se
ha establecido o está cerca”.
Nunca se ha logrado
la cooperación entre las naciones, y esto perjudica
los esfuerzos por establecer un nuevo orden mundial de tipo globalista. En un informe en la
revista The World & I de enero de 1991, unos peritos examinaron “las políticas exteriores que
van surgiendo entre las superpotencias y el efecto que probablemente tengan en
el nuevo orden mundial”.
El editor llegó a
esta conclusión: “La historia nos lleva a pensar que en el mejor de los tiempos
se puede pasar muy fácilmente de la paz a la guerra. La cooperación internacional, particularmente entre las
potencias principales, es crucial para una transición de éxito de la Guerra Fría a un nuevo orden
mundial”. En estos momentos el nuevo orden mundial lo esta empezando EEUU por
lo que es una superpotencia mundial y es la que gobierna en el mundo como
potencia.
Los problemas
ambientales también son un obstáculo al nuevo orden mundial que muchos
visualizan. En State of the World 1991 (un informe sobre la situación
mundial por elinstituto Worldwatch), Lester
R. Brown dijo: “Nadie puede decir con certeza cómo será el nuevo orden.
Pero si queremos forjar un futuro prometedor para la generación siguiente,
entonces el gran esfuerzo que tomará contrarrestar la degradación ambiental del
planeta dominará los asuntos mundiales por décadas”.
Este informe señaló
que la contaminación del aire había “alcanzado niveles que amenazan la salud en
centenares de ciudades y que dañan las cosechas en veintenas de países”.
Añadió: “Mientras aumenta la población humana en el planeta, disminuye el número
de las especies vegetales y animales. La destrucción de hábitats y la contaminación hacen que disminuya
la diversidad biológica de laTierra”.
Historia
Los illuminati una sociedad secreta fundada en 1776 con el fin de
promover ideas de la Ilustración estuvieron
aparentemente involucrados en una conspiración que buscaba reemplazar las monarquías absolutas y la preponderancia
de la Iglesia con el "gobierno de la razón",que era el objetivo
general de la ideología liberal, revolucionaria e igualitaria dominante entre
la intelectualidad de la época. Después de que el complot se descubrió, el
grupo fue prohibido por el gobierno bávaro (1784) y aparentemente se disolvió en 1785.
Sin embargo, los
documentos relacionados con la conspiración ola, y se alertó así a la nobleza y
al clero de Europa, lo que le dio a la conspiración una gran publicidad y llevó
a algunos pensadores a sugerir que todavía existía y que su objetivo era
derrocar a los gobiernos europeos. Por ejemplo, Edmund Burke (1790) le da alguna credibilidad, aunque sin mencionar
específicamente cuál sería el grupo responsable, y Seth Payson afirma -en 1802- que los illuminati todavía existen.
Por consiguiente,
algunos autores -por ejemplo, Augustin Barruel y John Robison- llegaron incluso a
sugerir que los Illuminati estaban detrás de la Revolución Francesa, sugerencia que Jean-Joseph Mounier rechaza en su libro
de 1801 On the Influence Attributed to Philosophers, Free-Masons, and to the
Illuminati on the Revolution of France("Sobre la influencia atribuida a
filósofos, francmasones e Illuminati respecto a la Revolución Francesa",
aún no traducido al español).
Posteriormente (1903) el servicio secreto ruso de la época
publicó el famoso panfleto Los protocolos de los sabios de Sion como una obra de propaganda antirrevolucionaria
que incorporó casi textualmente argumentos encontrados en el Diálogo en
el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu, un ataque -en 1864- del legitimista militante Maurice Joly contraNapoleón III.
La tesis central de Los
Protocolos es que, si se
remueven las capas sucesivas que cubren u ocultan las causas de los diversos
problemas que afectan el mundo, se encuentra un grupo central que los promueve
y organiza con el fin, primero, de destruir los gobiernos y órdenes sociales
establecidos, y con el fin último de lograr el dominio.
Ese contubernio
central es un grupo de judíos, que -según se
afirma- controla tanto los sectores financieros como diferentes fuerzas sociales
que, a su vez, son los que desde este punto de vista provocan desorden y conflicto social: los masones, los comunistas y los anarquistas, entre otros.
Nora Levin indica que los Protocolos gozaron de gran popularidad y grandes
ventas en los años veinte y treinta. Se tradujeron a
todos los idiomas de Europa y se vendían ampliamente en los países árabes, en los Estados
Unidos e Inglaterra.
Pero fue en Alemania,
después de la Primera Guerra
Mundial,
donde tuvieron su mayor éxito. Allí se utilizaron para explicar todos los
desastres que ocurrieron en el país: el armisticio en la guerra, el
hambre, la inflación, etc.
A partir de agosto de 1921, Hitler comenzó a
incorporarlos en sus discursos, y se convirtieron en lectura obligatoria en las
aulas alemanas después de que los nacionalsocialistasllegaron al poder. En el apogeo de la Segunda Guerra
Mundial, Joseph Goebbels (ministro de propaganda nazi) proclamó: «Los
protocolos de los sionistas son tan actuales hoy como lo fueron el día en que
fueron publicados por primera vez».En palabras de Norman Cohn, esto sirvió a los nazis como «autorización
del genocidio».
Posteriormente, en
los Estados Unidos, durante el periodo del Peligro Rojo, teóricos
estadounidenses de la conspiración -tanto fundamentalistas
cristianos como seculares
anti-gobierno central- fueron abrazando y promoviendo cada vez más una
percepción de la masonería, del liberalismo y de la "conspiración judeo-marxista" como la fuerza
directriz de la ideología del "ateísmo estatal", "colectivismo
burocrático" y "comunismo internacional" (en EEUU esos términos generalmente se
emplean por esos sectores para referirse a, respectivamente, la Separación
Iglesia-Estado; acción gubernamental
en asuntos de seguridad social y organismos
internacionales, tales como las Naciones Unidas).
Así, por ejemplo,
empezando en los 1960, grupos como la John Birch Society y el Liberty Lobby dedicaron muchos de
sus ataques a las Naciones Unidas como vehículo para crear "Un Gobierno
Mundial", promoviendo una posición de desconfianza y aislacionismo en
relación a ese organismo. Adicionalmente, Mary M. Davison, en su The Profound Revolution (1966) trazó el origen de la supuesta
conspiración del Nuevo Orden Mundial a la creación del Sistema
de Reserva Federal en EEUU por un
"grupo de banqueros internacionales" que posteriormente habrían
creado el Consejo
de Relaciones Exteriores (CFR) en ese país
como "gobierno en las sombras". Cabe considerar que en aquellas
fechas la frase "grupo de banqueros internacionales" se entendía como
referencia a personas tales como David Rockefeller o a la familia Rothschild.
Posteriormente, y a
partir de la década de 1970, Gary
Allen sostiene que el término Nuevo
Orden Mundial es utilizado
por una élite internacional secreta dedicada a la destrucción de todos los
gobiernos independientes. Con ese autor el mayor peligro deja de ser la conspiración
cripto-comunista y se transforma en la élite globalista que algunos
identifican con el atlantismo del Grupo Bilderberg. Muchos de los
mismos personajes como Rockefeller todavía ocupan un papel central pero no ya
como cripto-comunista sino como parte de un grupo plutocrático y elitista, grupo que
controlaría tanto los gobiernos y sus instituciones -especialmente las policías
secretas como organismos internacionales.
Un papel importante
en la generalización de esa percepción fue desempeñado por la trilogía satírica "The
Illuminatus", de Robert Anton Wilson que, a pesar de ser
una parodia de la paranoia de sectores
norteamericanos acerca de las conspiraciones secretas y de que el propio autor ha dicho en
más de una ocasión que no pretende que sea tomada en serio, llegó a tener
influencia, probablemente debido a que Wilson busca crear en el lector una
fuerte duda acerca de lo que es real y lo que no lo es, elaborando curiosas
teorías a partir de una mezcla de hechos históricos con hechos fantásticos,
citando autores imaginarios, pero creíbles, con autores reales ya tanto
obscuros como conocidos, pero a veces sutilmente fuera de contexto. (Por
ejemplo, citas de Isaac Newton acerca de laalquimia y la orden de la Rosacruz que necesitan
cuidadosa examinacion para determinar si son correctas y relevantes.)
Esta “popularidad” de
la teoría se acrecentó cuando -en 1990, poco después de la caída del Telón de Acero - el entonces
presidente de los EEUU, George H. W. Bush, hizo varias
referencias al Nuevo Orden Mundial. A pesar de que esas referencias fueron
percibidas a nivel internacional como estableciendo -en el contexto político de la fecha- los objetivos de la
diplomacia de EEUU - la llamada propuesta de la Pax Americana- muchos las entendieron como una validación
de la teoría de la conspiración del NOM.
Especulaciones
acerca de los participantes y dirigentes de la conspiración
Para muchos, los
conspiradores son simplemente “ellos”, un grupo amorfo que incluye a todos y a
cualesquiera individuo(s) u organismo(s) percibido(s) como poderoso(s). Así, los participantes en la
conspiración incluirían o podrían incluir -aparte de los ya mencionados:
comunistas, judíos, illuminati, plutócratas a grupos tales como los masones, laiglesia católica, o grupos dentro de la Iglesia, los políticos los gobiernos (algunos o
todos), etcétera, lo que se
extendería incluso a los medios de
comunicación, los ecologistas, las Naciones Unidas e incluso los extraterrestres.
Se afirma también que
muchas familias prominentes tales como, por ejemplo, los Rothschild, los Rockefeller, los Morgan, los Kissinger y los DuPont, lo mismo que algunos monarcas europeos, podrían ser
importantes miembros, ya que mantienen relaciones entre sí como con figuras de
alto poder. Organizaciones internacionales tales como losbancos centrales; o el Banco Mundial, el FMI, la Unión Europea y la OTAN son mencionadas como
componentes esenciales del NOM.
Por ejemplo, Émile Flourens, Ministro de Asuntos exteriores de Francia, denunció las
premisas de la creación de la Sociedad de Naciones (antecesor de las Naciones Unidas) en un libro,
señalando las influencías masónicas para crear un
gobierno mundial. Gary H. Kah considera que los
masones son la fuerza que se halla detrás del plan de un gobierno mundial único, el Nuevo Orden
Mundial.
Igualmente, los
presidentes y primeros ministros de naciones son
incluidos en la conspiración. Y, sin argumentos más claros, también los socialistas o marxistas - Por ejemplo,William F. Jasper, miembro de la John Birch Society, denunció la
supuesta pertenencia socialista o marxista de todo los secretarios generales de las Naciones Unidas, membresía que se
toma como la participación de una futura dictadura mundial. Una teoría parecida a las de John Coleman.
Consecuentemente, los
partidarios de esta teoría sugieren que ellos pueden afirmar hasta cierto punto
quién forma parte de este grupo. Nadie puede determinar quién "no es"
parte del NOM.
Igualmente confusas o
extensas son las especulaciones acerca de quiénes serían los dirigentes de la
supuesta conspiración. Según muchos de los proponentes de la teoría de la
conspiración contemporánea, los Illuminati originales siguen existiendo y
persiguen aún el cumplimiento de ese nuevo orden.
Este grupo
aglutinaría a los personajes más influyentes del mundo, los cuales se reúnen
cada año en alto secreto en las reuniones del Grupo Bilderberg, guardados en todo
momento por miembros de la CIA y la FBI (los Estados Unidos),
el MI6 británico o la KGB, entre otros. Entre sus asistentes habituales se
encuentran de nuevo David Rockefeller y "la familia
Rotschild", junto a la Reina de Noruega y los presidentes de
corporaciones como General Motors, Pepsi o Chrysler.
Otros grupos que, con
alguna popularidad en los Estados Unidos en la actualidad, son percibidos como
"líderes" en estos asuntos, se encuentran: “los sionistas”, “el gobierno” los extraterrestres, los grupos plutocráticos, el grupo Bilderberg, y,
particularmente entre sectores religiosos protestantes, los católicos.
Esta última
sugerencia ganó una renovada popularidad entre esos sectores, cuando el
conocido telepredicador protestante Pat Robertson afirmó, en su
difundido libro New World Order (1991), que tanto Wall Street como el Sistema
de Reserva Federal,
el Council
on Foreign Relations,
el Grupo Bilderberg y la Comisión Trilateral organizan la
conspiración a fin de ayudar al Anticristo.
Planes
plutativos de los conspiradores
En esta área más allá
del aparente deseo de dominación mundial- parece haber aún más confusión. Las
sugerencias van desde la implantación del reino del Anticristo, la cosecha de
energía de los seres humanos, etcétera, hasta la mera ambición sin límites y el
hecho de mantener a la gran mayoría sometidos y trabajando en provecho de los
conspiradores. Sin embargo, cualquiera que sea ese gran objetivo final, seria
imprescindible primero imponer un gobierno mundial.
Así, el llamado
"proceso de globalización", iniciado a
comienzos del siglo XX en todo el planeta,
sería una de las múltiples facetas del establecimiento progresivo de este nuevo
orden. Y, para lograr ese nuevo orden, los conspiradores buscan mantener al
resto tanto en la ignorancia de la conspiración como divididos entre ellos para lo cual fomentan disensiones y
conflictos, yendo tan lejos como a implementar actos terroristas a fin de
culpar inocentes creando así, por
un lado, esa división entre las víctimas de la conspiración y, por el otro, una
situación que facilita la implementación de medidas coercitivas y dictatoriales.
En adición los
conspiradores dispondrían -y utilizarían- una serie de programas, actividades y
armas secretas, cuyo uso se extendería desde el traspaso secreto de armas
convencionales o avanzadas a regímenes u organizaciones que son públicamente
presentados como adversarios o enemigos de EEUU, pasando por formas secretas de
vigilancia sobre la totalidad de la población, el control mental de la misma y el uso de “controlados” -individuos
bajo la influencia de tales técnicas; la investigación y desarrollo de armas
que controlan el clima algunas de las cuales podrían ser de origen extraterrestre y la diseminación de enfermedades
tales como el sida.
Signos
y pruebas de la conspiración
De acuerdo con
defensores de la teoría, hay signos que prueban que este tema va más allá de
una simple conspiración, por ejemplo, símbolos en la industria musical, logos
de corporaciones y organizaciones mundiales, los murales en el Aeropuerto Internacional de Denver, signos de la Francmasonería en edificios
(particularmente en Washington D.C.) ypentagramas en los planos de la
ciudad, el símbolo Illuminati en el Sello de Estados
Unidos con las palabras "Novus Ordo Seclorum" en latín que
significa "nuevo orden de los siglos" (o eras) que fue impreso en los
billetes de un dólar desde 1935 por el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Morgenthau
(hijo) bajo demanda del entonces secretario de Agricultura y futuro vicepresidente de los Estados Unidos, Henry A. Wallace, baja la influencia
de Nicholas Roerich.
El logotipo del Information Awareness Office que fue creado por el Defense Advanced Research Projects Agency, tiene el mismo símbolo.
Críticas
Según Jensen y Hsiehla
teoría del NOM se caracteriza por poseer una visión cuasi
apocalíptica del mundo, que
conceptualiza los problemas y tentativa de solución en términos de un mal (todo
aquello con lo que no están de acuerdo) y bien (todo lo que aceptan) absolutos,
fuerzas que van ineludiblemente a una confrontación final, en la cual a menudo,
pero no siempre las acciones de los creyentes tendrán un papel decisivo.
Según Barkun los proponentes de la visión cometen
dos errores: la “falacia furtiva” y
la “fusión paranoica”, que consiste en la absorción de temores de cualquier
fuente. Ambos errores se combinan en la visión de un mundo en el cual todos los
problemas son producto de conspiraciones en lugar de fuerzas sociales,
políticas y económicas que debaten y se confrontan abiertamente y que en
ocasiones llegan a acuerdos (véase conflicto social).
William Domhoff,
profesor de psicología y sociología, escribe en “There Are No Conspiracies” que:
Hay varios aspectos de la
visión general de las conspiraciones que no coinciden con lo que sabemos de las
estructuras de poder. Primero: asume que un grupo reducido de individuos
altamente educados y ricos desarrollan, de alguna manera, un deseo psicológico
por el poder que los llevaría a hacer cosas que no corresponden con el papel
que parecen tener.
Por ejemplo, que
capitalistas muy ricos ya no estarían interesados en hacer ganancias, sino
dedicados a crear un gobierno mundial. O que los gobernantes elegidos estarían
tratando de suspender la Constitución a fin de asumir
poderes dictatoriales. Ese tipo de afirmaciones se han venido haciendo desde
hace muchas décadas y, según se asegura siempre, “esta vez sí se están
implementado”, pero nunca llegan a serlo.
Dado que esas afirmaciones
han resultado ser erróneas docenas de veces, tiene más sentido asumir que los
líderes actúan por los motivos comunes, tales como hacer ganancia u objetivos
institucionalizados para los políticos. Por supuesto que ellos desean tener
ganancias tan grandes como sea posible y ser elegidos por mayorías muy grandes,
y eso los puede llevar a hacer cosas que son desagradables, pero nada que tenga
que ver con crear un gobierno mundial único o suspender la Constitución.
Mark C. Partridge uno
de los editores de la revista “Diplomatic Courier” -notando que el nacionalismo ha estado en ascenso,
que tanto Rusia como China han reafirmado sus respectivas independencia y
poder, que las tentativas de avanzar a una ordenamiento (gobernanza) común o mundial han
fallado notoriamente, que las Naciones Unidas parecen incapaces de mantener paz,
progreso y estabilidad entre las naciones, etc, se declara escéptico que tal
ordenanamiento común a nivel mundial pudiera hacerse realidad antes de dos
siglos.
Otros escépticos
argumentan que la teoría de la conspiración lleva a la población a la desesperanza,
cinicismo y modos de pensar confusos. Berlet (entre otros) argumenta que tales
teorías favorecen movimientos populistas de derecha, los cuales desvían
la atención de los verdaderos Crímenes de Estado y sus causas
institucionales:
“Movimientos
populistas de derecha pueden causar grave daño a una sociedad porque ellos a
menudo popularizan xenofobia, autoritarismo, demonización o Culpar a la víctima y conspiracionismo.
Ellos pueden atraer políticos moderados a adoptar esos temas
a fin de atraer a los votantes, legitimando actos de discriminación (o incluso violencia)
y abriendo la puerta para que grupos derechistas revolucionarios, tales como el fascismo, puedan reclutar
desde movimientos populistas reformistas.
Temores similares han
sido expresados por investigadores asociados con el FBI Esos autores sugieren
una cuidadosa aproximación al momento de aplicar las leyes en relación a esos
grupos, en la medida que los miembros de los mismos podrían percibir como
altamente opresivas o agresivas acciones por parte de los representantes de la
ley que otros ciudadanos consideran normales (por ejemplo, la solicitud de
permisos de manejar o incluso el preguntar el porque un vehículo carece de matrícula o patente ha llevado al
asesinato de policías por parte de quienes se consideran “independientes” del
gobierno).
Esos autores notan
que algunos han sugerido que las acciones de las fuerzas de la ley empeoraron
la situación en situaciones tales como las de Ruby
Ridge (1992) y Waco (1993), etc. En
consecuencia el FBI emplea en la actualidad una aproximación de "reducción
de tensión" en ese tipo de situaciones.
Esas observaciones
han llevado a algunos a manifestar preocupación que estas teorías podrían
llevar a individuos o grupos a practicar una “resistencia” que podría
extenderse desde el hacktivismo patriótico al Asesinato selectivo y el magnicidio, cualquier cosa desde el Terrorismo por actos personales (como posiblemente
sean los Ataques
con carbunco en 2001 incluyendo el ataque suicida como en el caso del Atentado aéreo en Austin de 2010 pasando por el
semi-organizados u organizado por grupos reducidos y aislados, como en el caso
de Timothy McVeigh; la Conspiración terrorista de los
supremacistas blancos (2002) y la Conspiración del gas venenoso (2003) a las organizadas pororganizaciones extremistas propiamente tales, en
lo que algunos temen se transformen las organizaciones de grupos paramilitares
en EEUU.
Esos temores se han
acrecentado con la divulgación de Los Diarios Turner (1978), novela que
abiertamente promueve la revuelta contra el gobierno de EEUU y una guerra
racial con la intención de eliminar “todas las razas no blancas” (incluidas las
hispanas) en todo el mundo. Esa novela ha sido asociada a varios hechos
violentos, el más notable es elatentado
de Oklahoma City en 1995.
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