VII.II. Inicios
de la Revolución industrial en Inglaterra
La Revolución industrial fue un periodo
histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar, y el resto deEuropa
continental después, sufren el
mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de la historia de la humanidad,
desde el neolítico.
La economía basada en
el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y la manufactura. La Revolución
comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de los
procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la
mejora de las rutas de transportes y posteriormente por el nacimiento delferrocarril.
Las innovaciones
tecnológicas más importantes fueron la máquina
de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina relacionada con la industria
textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la capacidad
de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en
las dos primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras
industrias e incrementó también su producción.
Así es que en la
Revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el
tiempo en el que estos se realizan, dando paso a la producción
en serie,
ya que se simplifican tareas complejas en varias operaciones simples que pueda
realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra cualificada, y
de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades
producidas bajo el mismo costo fijo.
La existencia de
controles fronterizos más intensos evitaron la propagación de enfermedades y
disminuyó la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores.
La revolución agrícola británica hizo además más
eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor
trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a
buscar empleos relacionados con la industria y, por ende, originando un
movimiento migratorio desde el campo a las ciudades así como un nuevo desarrollo
en las fábricas.
La expansión colonial del siglo XVII
acompañada del desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados
financieros y la acumulación de capital son considerados factores influyentes,
como también lo fue la revolución científica del siglo XVII. Se puede decir que
se produjo en Inglaterra por su desarrollo económico.
La presencia de un
mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un catalizador de la Revolución
industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.
La invención de la máquina
de vapor fue una de las más
importantes innovaciones de la Revolución industrial. Hizo posible
mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso de coque en vez de carbón
vegetal. En el siglo XVIII la industriatextil aprovechó el
poder del agua para el funcionamiento de algunas máquinas. Estas industrias se
convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en las fábricas.
Además de la
innovación de la maquinaria, la cadena de montaje (fordismo) contribuyó mucho en
la eficiencia de las fábricas.
·
Revolución
agrícola: aumento progresivo de la producción gracias a la inversión de los
propietarios en nuevas técnicas y sistemas de cultivo, además de la mejora del
uso de fertilizantes.
·
El
desarrollo del capital comercial: Las máquinas se aplicaron a los transportes y
a la comunicación iniciando una enorme transformación. Ahora las relaciones
entre patronos y trabajadores son únicamente laborales y con el fin de obtener
beneficios.
·
Cambios
demográfico-sociales: la modernización de la agricultura permitió un
crecimiento demográfico debido a la mejora de la alimentación. También hubo
adelantos en la medicina y en la higiene, de ahí que creciera la población.
También hubo una migración del campo a la ciudad porque la ocupación en labores
agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de trabajo en las ciudades.
Esta primera
revolución se caracterizó por un cambio en los instrumentos de trabajo de tipo
artesanal por la máquina
de vapor,
movida por la energía del carbón. La máquina exige
individuos más cualificados, produce una reducción en el número de personas
empleadas, arrojando de manera incesante masas de obreros de un ramo de la
producción a otra. Especialmente del campo a la ciudad.
El comercio internacional
Economía
industrial
Sin embargo, y a
pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial no hubiese
podido prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que
llevarán las mercancías producidas en la fábrica hasta los mercados donde se
consumían.
Estos nuevos
transportes se hacen necesarios no sólo en el comercio interior, sino también
en el comercio internacional, ya que en esta época se crean los grandes
mercados nacionales e internacionales. El comercio internacional se liberaliza,
sobre todo tras el Tratado de Utrecht (1713) que liberaliza las relaciones
comerciales de Inglaterra, y otros países europeos, con la América española. Se
termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo económico; y se
aboga por una política imperialista y la eliminación de los privilegios
gremiales.
Además, se desamortizan
las tierras eclesiásticas, señoriales y comunales, para poner en el mercado
nuevas tierras y crear un nuevo concepto de propiedad. La Revolución industrial
generó también un ensanchamiento de los mercados extranjeros y una nueva división internacional del trabajo (DIT). Los nuevos
mercados se conquistaron mediante el abaratamiento de los productos hechos con
la máquina, por los nuevos sistemas de transporte y la apertura de vías de
comunicación, así como también, mediante una política expansionista.
El Reino Unido fue el primero que
llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la colocaron a la cabeza de
todos los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la población, en
los transportes, en la tecnología y en las industrias, favorecieron un
desarrollo industrial. La industria textil algodonera fue el sector líder de la
industrialización y la base de la acumulación de capital que abrirá paso, en
una segunda fase, a la siderurgia y al ferrocarril.
A mediados del siglo
XVIII, la industria británica tenía sólidas bases y con una doble expansión:
las industrias de bienes de producción y de bienes de consumo. Incluso se
estimuló el crecimiento de la minería del carbón y de la siderurgia con la construcción
del ferrocarril. Así, en Gran
Bretaña se desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que
explica su supremacía industrial hasta 1870 aproximadamente, como
también financiera y comercial desde mediados de siglo XVIII hasta la Primera
Guerra Mundial (1914).
En el resto de Europa
y en otras regiones como América del Norte o Japón, la
industrialización fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la británica. Unos
países tuvieron la industrialización.
Entre 1850 y 1914: Francia, Alemania y Bélgica. En 1850 apenas existe la
fábrica moderna en Europa continental, sólo en Bélgica hay un proceso de
revolución seguido al del Reino Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se fortalece en Turingia y Sajonia la industrialización
de Alemania.
Otros países
siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía: Italia, Imperio
austrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se
inició tímidamente en las últimas décadas del siglo XIX, para terminar mucho
después de 1914.
Etapas de la Revolución industrial
La Revolución
industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y
la segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo
consecuencias tales como:
1.
Demográficas:
Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural) Migraciones internacionales Crecimiento
sostenido de la población Grandes
diferencias entre los pueblos Independencia económica.
2.
Económicas:
Producción en serie Desarrollo del capitalismo Aparición de las grandes
empresas (Sistema fabril) Intercambios
desiguales
4.
Ambientales:
Deterioro del ambiente y degradación del paisaje Explotación irracional de la tierra.
A mediados del siglo
XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy
conocemos como Revolución industrial dentro de las cuales las más relevantes
fueron:
La locomotora de
vapor modo de transporte durante la revolución industrial
·
La
aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que
mejoraban los procesos productivos.
·
La
despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller
familiar a la fábrica.
·
El
uso de nuevas fuentes energéticas, como el carbón y el vapor.
·
La
revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.
·
El
surgimiento del proletariado urbano.
La industrialización
que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no sólo tuvo
un gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones
sociales.
Proletariado urbano.
Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se produjo un éxodo masivo de campesinos
hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero industrial. La
ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento
natural de sus habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano.
La carencia de
habitaciones fue el primer problema que sufrió esta población marginada
socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin comodidades mínimas y
carentes de higiene. A ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a más
de catorce horas diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con
salarios miserables, y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad
de los dueños de las fábricas o centros de producción. Este conjunto de males
que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social, haciendo alusión a las insuficiencias materiales y
espirituales que les afectaban.
Burguesía industrial
Como contraste al
proletariado industrial, se fortaleció el poder económico y social de los
grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista,
caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la
regulación de los precios por el mercado, de acuerdo con la oferta y la
demanda.
En este escenario, la
burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su
situación de privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en
el origen o la sangre. Avalados por una doctrina que defendía la libertad
económica, los empresarios obtenían grandes riquezas, no sólo vendiendo y
compitiendo, sino que además pagando bajos salarios por la fuerza de trabajo
aportada por los obreros.
Las propuestas para solucionar el problema social
Frente a la situación de pobreza y precariedad
de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución;
por ejemplo, los socialistas
utópicos,
que aspiraban a crear una sociedad ideal, justan y libre de todo tipo de
problemas sociales (para algunos, el comunismo). Otra propuesta fue el socialismo
científico de Karl Marx, que proponía la
revolución proletaria y la abolición de la propiedad privada (marxismo);
también la Iglesia
católica,
a través del Papa León XIII, dio a conocer la
Encíclica Rerum Novarum (1891), primera
Encíclica social de la historia, la cual condenaba los abusos y exigía a los
estados la obligación de proteger a lo más débiles.
Estos elementos
fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos reivindicativos de los
derechos de los trabajadores. Durante el siglo XX en medio de los procesos de
democratización, el movimiento obrero lograba que se reconocieran los derechos
de los trabajadores y su integración a la participación social. Otros ejemplos
de tendencias que buscaron soluciones fueron los nacionalismos, así como también
los fascismos en los cuales se
consideraban a los obreros y trabajadores como una parte fundamental en el
desarrollo productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el
Estado.
Gran Bretaña como centro Industrial
La Primera Revolución
Industrial comenzó en Gran Bretaña. Las causas de que
fuese el país pionero en la industrialización fueron tener una
nueva mentalidad liberal económica en la cual se difundió el liberalismo
económico y permitió
desarrollar un mercado más amplio. Otro factor fue poseer numerosos yacimientos
de hierro, usado para
construir la maquinaria y las herramientas y la red de ferrocarriles y contar
con abundantes cuencas carboníferas que producían carbón mineral, alimento para la maquinaria.
A mediados del Siglo XIX empezaron a cobrar
importancia países como Alemania y Estados Unidos, centros
industriales de la Segunda Revolución Industrial y otros próximos a
Gran Bretaña: Francia, Bélgica y Rusia.
Principios fundamentales de la industria
Uno de los principios
fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de
producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es
revolucionaria, generando así, el problema de la obsolescencia tecnológica en
períodos cada vez más breves. Desde esta perspectiva puede afirmarse que todas
las formas de producción anteriores a la industria moderna (artesanía y
manufactura) fueron esencialmente conservadoras, al trasmitirse los
conocimientos de generación en generación sin apenas cambios.
Sin embargo, esta
característica de obsolescencia e innovación no se circunscribe a la ciencia y
la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las
sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición,
negación, destrucción, cambio, la transformación es la esencia permanente de la
modernidad. Principios fundamentales de la industria moderna es que nunca
considera a los procesos de producción como definitivos o acabados.
El desarrollo de
nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es
el momento y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena,
como un proceso acumulativo de tecnología, que crea bienes y
servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida. Son básicos un capitalismo incipiente, un
sistema educativo y espíritu emprendedor.
La no adecuación o
correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o injusticias. Parece
ser que este desequilibrio en los procesos de industrialización, siempre
socialmente muy inestables, es en la práctica inevitable, pero mensurable para
poder construir modelos mejorados.
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